Pero la cara que se le quedaba a la visita al decirle que no teníamos ese "Repertorio truquístico para fardar cuando llegan visitas" era de foto como poco, y por supuesto no mejoraba al decirle que prefería concentrar mis esfuerzos en que fuese una perra feliz (No quiero decir que enseñarle trucos sea malo, simplemente que en el caso de un perro con problemas, veo más interesante otras cosas antes que los trucos o la obediencia) ;)
Mia no sabía relacionarse con otros perros y la simple presencia de un perro hacía que lo pasase verdaderamente mal. Por eso, enseñarle el sentado, tumbado, el oso, el quieto, la croqueta y mil trucos más, pasaba a un segundo plano y el primer objetivo era conseguir que supiese gestionar esas situaciones lo mejor posible con mi apoyo si lo necesitaba y si no lo conseguíamos, saber reponernos y analizar qué podíamos mejorar para la próxima vez .
Mucha gente piensa que si el perro sabe sentarse, tumbarse, el quieto a la orden está educado, pero en muchas ocasiones el perro no necesita eso, ni mucho menos. No saber cuáles son las necesidades emocionales de tu perro, hace que surjan los problemas y que "parezca que se porte mal".
Por supuesto esos problemas, no se solucionan con el sentado, tumbado o quieto como me pide la gente. Se solucionan sabiendo qué necesita el perro y concretamente, tu perro.
Acompañándole en su crecimiento emocional, ayudándole a entender las situaciones para gestionarlas de la mejor manera posible, para conseguir un individuo maduro, capaz e independiente :)
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