lunes, 28 de enero de 2013

¿Como introducir un perro en una casa gatuna?

Hace poco, realicé la introducción de un perro en una casa con gatos, para ayudar a que este cambio sea mejor para ambos interesados, escribo este artículo, para evitar problemas innecesarios, espero que ayude a vuestros peludos.

El perro y el gato pueden ser compañeros de piso y llegar a tener una buena amistad, eso si, tienes que tener varios aspectos en cuenta para conseguir este "romance". Asi que, toma nota... ;)
 





Antes de traer al perro (se supone que has pensado, reflexionado y valorado el traer al perro con tiempo, y no es una compra compulsiva) debes preparar la casa para tu gato y tu futuro inquilino peludo.

Todos los cambios antes de la llegada del perro, debes hacerlos con tiempo y muy muy progresivamente, ya que los gatos, se pueden estresar por los cambios bruscos. Me refiero con semanas de margen, un fin de semana no vale...

ZONA SEGURA PARA EL GATO:
Debes elegir una habitación o zona de la casa, destinada SOLO al gato, en donde el gato se sienta cómodo, seguro y tenga todo lo necesario (comedero, agua, arenero y rascador).
 
En esta zona, estará el gato, el podrá salir y entrar si quiere, pero el perro NO podrá pasar a la zona segura del gato. Y no podrá pasar, no porque se lo digamos nosotros, no, (sería un grave error regañarle si va a pasar a la zona del gato, ya si le regañamos cuando se vaya acercar, puede empezar a asociar al gato con castigos) y eso no lo queremos. Lo haremos de tal forma que en la puerta pongamos algo que le impida entrar.

Lo ideal son la puertas de bebé o vallas, hay muy económicas, y nos van a ayudar muchísimo en este proceso, y evitar sustos. 

Además, si no lo sabes, la comida del gato es muy apetitosa para el perro y también sus cacas, jeje, asi que, evita que pueda pasar el perro. Si un dia pasa y se come el pienso o las cacas del gato, recuerda que para el perro es comida, es normal, asi que regañarle por hacer algo normal, es totalmente inútil.
 



Después de elegir la ZONA SEGURA del gato, comenzaremos cambiando su comedero, muy poco a poco, cada dia un metro hacia la zona minina. Una vez que esté el comedero en la zona segura del gato, seguimos con el bebedero, luego con el rascador y después con el arenero, y pasaremos ratos agradables con nuestro gato en esa habitación. Todo muy progresivamente, para que nuestro gato no acuse el cambio.
 
Después de todo el cambio de sus cosas y la puerta de bebé instalada, dejar unos dias de habituación a todo, hasta que llega el momento de la llegada del perro.
 


DIA DE LLEGADA DEL PERRO
 

 

Ya es el dia de llegada del perro, antes de subirlo a casa, ofrécele al perrete un largo y tranquilo paseo, para que llegue lo más relajado posible, sin juegos excitantes (tirarle la pelota o carreras).

Cuando suba a casa, NO va a tener contacto visual directo con el gato, ya que antes debes colocar una tela o toalla en la puerta de bebé, para que no se vean directamente.

  • La primera semana, sólo se van a oler, y escuchar. Poco a poco, intercambia juguetes del perro en la zona del gato y al contrario, algo del gato que huela el perro.

  • A partir de la segunda semana (si ves que todo va bien, si notas que es demasiado pronto, deja una semana más) comienza a retirar, un poco la tela de un lado, para que el gato pueda ver al perro. Por supuesto tu estarás entreteniendo al perro con chuches a una buena distancia. Cuando ya sepa el gato, quien es el nuevo inquilino, toca hacerlo al contrario, que el perro sepa que inquilino reside en la casa. Para ello, prepara bastante trozos de salchichas, y colócate a un par de metros (o más)de la puerta de bebé. Retira poco a poco la tela de la puerta de bebe y deja que el perro mire hacia la zona del gato, en cuanto vea al gato, ¡felicitale y dale un trozo de salchicha enseguida! hazlo varias veces, y repite el ejercicio, un ratito cada día. Esto nos vale, para que el perro asocie al gato con algo positivo.

Poco a poco, realizando estos ejercicios, se habituarán a verse el perro al gato y a la inversa, si en los ejercicios, el gato se acerca a la puerta de bebé a oler al perro (mantener la calma) dejar que lo haga, pero estaremos atentos de mantener una distancia cómoda para el perro, si vemos que el perro se pone tenso o nervioso, sin agarrar al perro, conducirlo con una chuche a una distancia más cómoda, y dar por terminado el ejercicio ese día.

Después de semanas de hacer estos ejercicios, cuando ya se vean a través de la puerta de bebé y no se pongan tensos, es hora de retirar al completo la tela que lo separa, a partir de este momento el gato decidirá cuando es el momento de salir. Nunca le obligaremos a hacerlo, el dia que se sienta seguro, saldrá de un salto, o esperará a que le abras la puerta para salir y conocer al perro.

El día que esto ocurra NUNCA SUJETAR AL GATO, en todo caso sujetar al perro si notamos que se pone tenso, y evitar el encuentro.
 
Si el encuentro se está produciendo y están muy cerca, evitar ponerse nerviosos, normalmente va a haber algún bufido y gruñido (recuerda que es la forma de comunicarse) entre el gato y el perro tendrán una "conversación" que sabrán aclararse entre ellos, evitar meternos en ella.
 



A partir de ese momento es cuestión de tiempo y lo amigable que sea el gato y el perro.
No esperes a que se pongan el primer dia a jugar como amigos inseparables, con que se toleren y respeten es más que suficiente.

Nos podemos ayudar de FELIWAY, es un producto de hormonas tranquilizadoras para gatos, está en formato spray y difusor. Ayudará a que el ambiente esté más relajado para el gato, que es quien acusa más el estrés. Deberíamos poner el difusor el primer día que estamos eligiendo el SITIO SEGURO, es decir antes de que llegue el perro. Suele durar 1 mes aproximadamente, dejaría de utilizarlo (si todo va bien) en 2-3 meses.




COSAS QUE NO HACER:

1.Llevar el primer día al perro a la zona segura del gato.
2.Coger en brazos al perro y enseñárselo al gato.
3.Coger en brazos al gato y enseñárselo al perro.
4.Poner el cuenco de la comida del perro, cerca del gato pudiendo provocar una pelea, al acercarse el gato a oler la comida.
5.Traer muchas visitas en el tiempo de la adaptación.
6.Jugar y revolucionar al perro cerca del gato
7.Tener prisa en la adaptación
8.Si gruñe o ladra el perro, castigarle (es su manera de comunicar al gato que no está agusto con su presencia tan cerca)no debemos castigarlo por comunicarse.
9. Regañar al gato si bufa o gruñe al perro (sigue siendo comunicación, no se debe castigar nunca)


COSAS QUE SI HACER:

1.Tener paciencia
2.Disponer de algo fisico que haga que no pueda pasar el perro a la zona del gato (valla, puerta de bebé...)
3.Premiar cuando el perro mire al gato.
4.Dar la misma atención al gato antes de que viniese el perro.
5.Mantener la calma si hay algún encuentro
6.Dejar que entre ellos se comuniquen (bufidos, manotazos, gruñidos y ladrido, está dentro de lo normal en los primeros encuentros)


Con todos estos preparativos y todo el cuidado puesto, por nuestra parte, solo toca esperar a que surja una buena amistad, nuestro granito de arena está puesto, ahora depende de ellos. Si en algún momento se tuerce la cosa, simplemente da varios pasos atrás en el proceso, puede que hayas ido muy rápido, o simplemente que les esté costando adaptarse, ten en cuenta que el gato se está adaptando y el perro también!!

Así que PACIENCIA, más vale ir lentos y bien, que correr y fastidiarla, porque aquí más que nunca el refrán es al pie de la letra:

NUNCA HAY UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD DE CAUSAR UNA PRIMERA BUENA IMPRESIÓN





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